El judío no-judaico

El famoso ensayo del historiador marxista Isaac Deutscher “El judío no-judaico”, que fue publicado en 1968 (un año después de su muerte), analiza la condición de hombres de nuestro pueblo que se mantuvieron, por diversos motivos y desde la perspectiva de Deutscher, alejados de nuestra tradición. Su caso particular cobra especial fuerza cuando comparte su desconcierto con el lector: “Si no es la raza, ¿qué me hace judío? ¿La religión? Soy ateo. ¿El nacionalismo judío? Soy internacionalista. Soy un judío, empero, por la fuerza de mi solidaridad incondicional con los perseguidos y exterminados”. ( The Non-Jewish Jew", I.D., Oxford University Press, pág. 61.)
Los escritos políticos de Noam Chomsky, para citar un ejemplo actual, “muestran” cómo Israel es el país más diabólico que existe en la Tierra. En 1980 llegó a defender la publicación del libro del francés neonazi Faurisson, que negaba la veracidad del Holocausto. La “defensa de su derecho a publicarse” que realizó Chomsky, se transformó finalmente en la introducción del libro. Chomsky adujo que él meramente defendió la libertad académica de Faurisson, pero resultó muy elocuente el hecho de que cuando fue consultado por el “New York Times” acerca de qué opinión le merecían las apreciaciones del nazi, Chomsky respondió que no tenía nada que decir al respecto: “Sobre la pregunta de si seis millones de judíos fueron asesinados o no, Noam Chomsky es aparentemente un agnóstico”. (Así lo definió Martin Peretz, editor de "The New Republic", en su edición de enero 3-10,1981, pág 38, según lo citan Prager y Telushkin, op. cit., pág. 67.)
Bajo estas premisas, ¿Existe hoy en día el Auto-odio en el pueblo judío? ¿Este fenómeno como ha afectado históricamente a las comunidades judías y a los judios en general? ¿Por qué existen judios no judaicos? ¿En que se relacionan sus ideologías particulares con el anti-sentimiento que tienen con su condición? Y ¿De donde nace este sentimiento?
A lo largo de la historia, han existido personas dentro del pueblo judío que se han desligado de su tradición y que además han tomado un papel en contra de sus hermanos. Movimientos de asimilación, contextos socio-políticos y también nuevas ideologías políticas, han logrado un desenlace adverso al destino ideal que se hubiese esperado. El fenómeno de un desprecio por el judaísmo y por sus gentes dentro del pueblo, tiene un valor psicológico, político, social y económico de trasfondo y su análisis es vital para la coexistencia o eventual erradicación de este fenómeno y prolongación del pueblo judío como tal. También el factor religioso y dogmático tienen una relevancia considerable, dentro de un espectro aún en desarrollo sobre “el judío no judaico”.